¿Qué es la evaluación neuropsicológica?
La evaluación neuropsicológica (también denominada evaluación neurocognitiva) es un método diagnóstico que estudia el funcionamiento cerebral y brinda información no provista por otros métodos de estudio, como el electroencefalograma, la tomografía computada o la resonancia magnética. Permite al médico y a otros profesionales comprender cómo funcionan las diferentes áreas y sistemas del cerebro de un paciente a través de la medición de sus capacidades cognitivas.
¿Cuándo debe realizarse una evaluación neuropsicológica?
Habitualmente se recomienda la realización de dicha evaluación neuropsicológica cuando existen síntomas o quejas relacionados con la memoria, la atención, o el razonamiento.
Algunos signos que requieren una evaluación neurocognitiva son cambios en la concentración, la organización, el razonamiento, la memoria, el lenguaje, la percepción, la coordinación o la personalidad. El cambio puede deberse a cualquiera de muchas causas médicas, neurológicas, psicológicas o genéticas.
Las pruebas o estudios serán útiles para entender la situación específica de cada paciente.
¿Qué aspectos se evalúan?
Una evaluación neuropsicológica típica implica la medición de los siguientes aspectos:
La Capacidad intelectual general
El aprendizaje y la memoria
La habilidades visoespaciales
El temperamento y la personalidad
El lenguaje
La atención y concentración
Las funciones ejecutivas
Algunas capacidades pueden estudiarse en mayor detalle que otras, dependiendo de las necesidades de cada paciente.
¿Qué utilidad tiene la evaluación neuropsicológica?
Los resultados de los test neuropsicológicos son útiles en una variedad de situaciones:
Como característica general, la evaluación puede ayudar a identificar debilidades en áreas o funciones específicas (problemas de memoria vs problemas de atención, p. ejemplo)
Es especialmente útil para identificar la presencia y naturaleza de trastornos cognitivos precoces o leves. Tiene una gran sensibilidad para detectar problemas leves de memoria que de otra manera podrían no ser obvios. Muchas veces, cuando los problemas son muy sutiles, la evaluación neuropsicológica es la única herramienta que permite detectarlos. Por ejemplo, el perfil neurocognitivo puede ayudar a determinar si los cambios de memoria son cambios normales debidos a la edad, o son más bien el reflejo de un trastorno neurológico.
Cuando se diagnostica una demencia, el perfil neurocognitivo permitirá tipificar si se trata de una Enfermedad de Alzheimer, una Demencia Fronto-Temporal, una Demencia Vascular, etc.
La evaluación puede ser útil también para identificar problemas asociados con enfermedades médicas que pueden afectar la memoria y la atención , como la diabetes, las enfermedades metabólicas o infecciosas, o el alcoholismo.
Los resultados de las pruebas también pueden servir para ayudar a distinguir entre diversas enfermedades, lo cual es importante porque el tratamiento apropiado depende de un diagnóstico preciso. Diferentes enfermedades darán como resultado diferentes patrones de puntos fuertes y débiles en las pruebas. Por lo tanto, los resultados pueden ser útiles para determinar cuáles áreas del cerebro podrían estar involucradas y de qué enfermedades podría tratarse. Por ejemplo, las pruebas pueden ayudar a diferenciar entre la enfermedad de Alzheimer, un accidente cerebro vascular y la depresión.
La evaluación neuropsicológica permite también clarificar las causas de un trastorno cognitivo dado (p.ej. depresión u otro trastorno emocional-conductual vs. patología cerebral).
El desempeño de un paciente en las pruebas puede servir para planificar tratamientos, tomando como base los puntos fuertes para compensar las debilidades. Los resultados ayudan a identificar cuáles problemas deben ser los objetivos del trabajo y cuáles estrategias hay que usar. Por ejemplo, los resultados de las pruebas pueden ayudar a planificar y monitorear la rehabilitación o a realizar el seguimiento de la recuperación de destrezas después de un accidente cerebro vascular o de un traumatismo de cráneo.
Los estudios han demostrado cómo los puntajes en pruebas específicas se relacionan con capacidades de funcionamiento en la vida cotidiana, como administrar el dinero, manejar el auto o estar en condiciones de retomar el trabajo. Los resultados obtenidos ayudarán al médico a entender y anticipar qué problemas podría tener el paciente en su vida diaria y tomar los recaudos necesarios.
Por otra parte permite evaluar los efectos de una cirugía, en caso de cirugía de la epilepsia, hidrocefalia, tumores, etc.
Es también útil para evaluar los efectos de la toxicidad de ciertas terapias farmacológicas (como en enfermedad de Parkinson, epilepsia, esquizofrenia, p.ej.) y no farmacológicas (p.ej., terapia electro-convulsiva).